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Glucosa alta vs. baja: cómo identificar y manejar ambas condiciones

La glucosa, o azúcar en sangre, es una fuente esencial de energía para el cuerpo. Sin
embargo, niveles descontrolados de glucosa pueden provocar problemas de salud
graves. A continuación, exploraremos cómo identificar y manejar tanto la glucosa alta
(hiperglucemia) como la baja (hipoglucemia).

• Glucosa alta (Hiperglucemia)

Causas comunes:

  • Diabetes mal controlada.
  • Consumo excesivo de carbohidratos.
  • Estrés, enfermedades o infecciones.
  • Falta de actividad física.

Síntomas principales:

  • Sed excesiva.
  • Micción frecuente
  • Fatiga o somnolencia.
  • Visión borrosa.
  • Dolor de cabeza.

Consecuencias si no se controla:

  • Daño a órganos (riñones, ojos, nervios).
  • Riesgo de complicaciones como cetoacidosis diabética o síndrome
    hiperosmolar.

• Hiperosmolar

Cómo manejarla:

  • Monitoreo: Medir niveles de glucosa regularmente.
  • Dieta: Reducir el consumo de azúcares simples y carbohidratos refinados;
    optar por alimentos integrales.
  • Ejercicio: Actividad física moderada, siempre consultando con un médico.
  • Medicamentos: Ajustar dosis de insulina o antidiabéticos según indicación
    médica.

• Glucosa baja (Hipoglucemia)

Causas comunes:

  • Exceso de insulina o medicamentos para la diabetes.
  • Saltarse comidas o no consumir suficientes carbohidratos.
  • Ejercicio excesivo sin ajustar la ingesta calórica.
  • Consumo de alcohol en exceso.

Síntomas principales:

  • Sudoración excesiva.
  • Temblores o nerviosismo.
  • Confusión, mareos o debilidad.
  • Hambre intensa.
  • Desmayos o convulsiones (en casos severos)

Consecuencias si no se controla:

  • Pérdida del conocimiento.
  • Daño cerebral (en casos prolongados).
  • Riesgo de lesiones debido a caídas o accidentes.

Cómo manejarla:

  • Intervención inmediata: Consumir carbohidratos de absorción rápida como
    jugo, caramelos o tabletas de glucosa.
  • Revisión médica: Identificar la causa subyacente.
  • Prevención: Comer regularmente y ajustar medicamentos o actividad física
    según necesidades personales.

Recomendaciones generales para ambas condiciones:

  • Educación: Aprender a identificar síntomas y actuar rápidamente
  • Plan alimenticio: Seguir una dieta balanceada recomendada por un
    profesional.
  • Monitoreo continuo: Usar un glucómetro o dispositivos de monitoreo
    continuo de glucosa
  • Atención médica: Mantener contacto regular con un médico o
    endocrinólogo.

Conclusión:

Tanto la glucosa alta como la baja requieren atención inmediata y un manejo adecuado
para prevenir complicaciones. Una combinación de monitoreo, ajustes en el estilo de
vida y tratamiento médico es clave para mantener niveles saludables de glucosa.

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